El sello Guerssen Records nació en Lleida en 1996 y en estos más de 20 años marcados por la irrupción del streaming nunca se ha dejado vencer. Continúa apostando por la psicodelia y el rock de garaje y editando rarezas grabadas en cualquier parte del mundo. Le pedimos a Alex Carretero, responsable de reediciones, que nos explicase cuáles son las 3 portadas de su vida, y ha salido esta maravilla:

‘LOVE’, de Love (Elektra, 1966)
«La primera vez que vi la portada del disco de Love fue a finales de los 80, en una tienda de Almería en la que me pasaba las horas metido. El dependiente solía bromear diciendo que me conocía la tienda mejor que él. Tenían un display con discos de importación y un día llegué y allí lo vi, una reedición del mítico sello británico Edsel.
Yo ya tenía Forever Changes (bendita Serie Media de Wea-Elektra), pero ese primer disco era como el Santo Grial. Era la primera vez que veía la portada, con el mítico logo de Love y esas pintas tan cool del grupo posando en las ruinas de la mansión de Bela Lugosi (de esto me enteré más tarde). Recuerdo que me llamó la atención que uno de los miembros del grupo se hiciese llamar «Snoopy». Para mí, gran fan de Peanuts, eso los hacía todavía más cool. En su autobiografía, Bobby Gillespie define de forma muy acertada a los primeros Love como «una pandilla de bandidos psicodélicos».
Hasta que pude conseguir el disco, me conformaba con ir a verlo religiosamente casi cada día a la tienda. Sujetaba en mis manos la portada mientras leía todos los créditos y me imaginaba cómo sonarían esas canciones. Por unos momentos, dejaba la gris realidad de Almería y me imaginaba en el Sunset Strip de 1966. My Flash On You, Message To Pretty, Signed D.C.… me gustaba mucho también la instrumental Emotions, que me sorprendió escucharla en la banda sonora de una de esas películas extrañas que por aquella época emitían de madrugada por la 2, Medium Cool, de 1969.»

‘THE BAROQUES’, de The Baroques (Chess, 1967)
«Hay portadas que las ves y sabes al momento que el disco no puede ser malo. Eso me pasó con The Baroques. La primera vez que vi la portada fue a principios de los 90 en Discos Melocotón, en Madrid. En esa época pre-internet era toda una experiencia ir a la tienda madrileña (situada en la calle Salud, en el mismo local que había sido décadas antes Discos Algueró) y maravillarse ante ese muro enorme que tenían repleto de discos originales de garaje, psicodelia, hard-rock…. En una de mis visitas, no pude evitar fijarme en esta portada realmente extraña. Tenía un aire oscuro e incluso algo siniestro… psicodélica pero totalmente opuesta al rollo flower-power de la época.
Obviamente no podía pagar el alto precio de esa copia original USA, pero memoricé el nombre y al poco tiempo pude conseguir una reedición no oficial que acababa de salir. El comienzo con Musical Tribute To The Oscar Mayer Weiner Wagon y esa orgía final de ruido guitarrero que ni Sonic Youth, ya te da una pista de lo que encontrarás. Estos tíos estaban muy adelantados a su tiempo. Lamentablemente, que el disco saliera en el famoso sello Chess de Chicago no los ayudó. Unos outsiders psicodélicos como ellos no pintaban nada en un sello de blues. Creo que hubiesen encajado mejor en otras discográficas más hip como Mainstream o Elektra.
La foto de portada fue obra del fotógrafo oficial del sello Chess, Don Bronstein, que murió en 1968, poco después de publicarse el disco de Baroques, a la edad de 42 años.
Años más tarde me hice con una copia original y nunca me canso de mirar la portada. Curiosamente ahora estoy trabajando en la reedición para Guerssen de un grupo llamado Major Arcana y uno de los músicos me contó que era amigo y solía tocar en otro proyecto con un miembro de Baroques, Jay Borkenhagen.»

‘MUNDO, DEMONIO, CARNE’ / ‘WORLD, DEVIL, BODY’ (Novola, 1970 / Guerssen, 2020), de los Brincos
«Si tengo que elegir una portada de un disco español, sin duda me decanto por Mundo, Demonio y Carne de los Brincos. Este fue el canto de cisne del legendario (y a menudo infravalorado) grupo pop español. Un ambicioso proyecto conceptual con un Fernando Arbex siempre innovador y a años luz de todos. Fue grabado a todo lujo en Londres con la última formación de Brincos que incluía al genial guitarrista /teclista colombiano Oscar Lasprilla. Si la portada, con ese dibujo de un cerebro en descomposición (obra de Jesús Rodríguez Parada Cumella) es ya impactante, todavía lo es más la que tenía que haber sido la portada original y que no se pudo publicar en la época: un cuadro hiperrealista de Claudio Bravo que mostraba a los componentes de Brincos desnudos de cintura para arriba.»

«En el año 2020 se cumplieron 50 años del aniversario del disco y tuve la suerte de trabajar con la familia Arbex y los miembros supervivientes de los Brincos en una reedición de lujo para Guerssen. Conseguimos editarlo por primera vez en vinilo con la portada de Claudio Bravo y con la versión en inglés que Fernando Arbex realmente deseaba y no le dejaron publicar en la época. Creo que la suite World Devil & Body, con esos efectos sonoros y diferentes partes encadenadas, es probablemente el primer ejemplo de rock progresivo hecho en España.»