
1980 / En septiembre de 1978 Blondie actuó en el festival Canet Rock presentando el que era su segundo trabajo, Parallel lines, que se acabaría convirtiendo en uno de los grandes discos de finales de los 70 y en un icono del new wave. En aquel festival también estaban, entre otros muchos, unos jovencísimos Tequila, que pese a esa juventud ya eran una de las bandas de moda en España. Curiosamente, un par de años después de aquel Canet Rock apareció Viva Tequila, y su portada no podía recordar más a la de Blondie.
Los miembros del grupo, liderado por Ariel Rot y Alejo Stivel, posaban sobre unas grandes franjas de colores. El paralelismo entre las dos portadas respondía a la evolución musical de Tequila, que en aquella época de efervescencia creativa, a medio camino entre el rock canalla y el pop para adolescentes, parecían querer orientarse hacia un sonido similar al de la banda liderada por Debbie Harry. Y también resultaba evidente que detrás de Viva Tequila había un giro estético que buscaba acercar el grupo a la Nueva Ola. En conciertos de la época incluso se les puede ver actuando con piezas de ropa que reproducían las famosas franjas de la portada.
El autor de aquella portada fue el argentino Juan Gatti, que a lo largo de su carrera acabaría ilustrando discos de una infinidad de artistas (Miguel Bosé, Mecano, Olé Olé, Fangoria…), diseñando los carteles de algunas de las películas de Pedro Almodóvar y recibiendo incluso el Premio Nacional de Diseño. Las fotos iban a cargo de otro nombre de prestigio, el de Javier Vallhonrat. Para intentar aumentar las ventas, la compañía realizó versiones de diferentes colores de la portada (verde, amarilla, naranja, rosa…). En 1981 incluso se hizo una reedición para el mercado japonés con una imagen totalmente distinta. Pero Viva Tequila nuncó llegó a las cifras de su disco anterior, Rock&Roll.

La canción
‘LAS COSAS QUE PASAN HOY’. Tequila se alejaba del rock’n’roll porteño en este disco para ajustarse en apariencia y estilo a la moda new wave. De ejemplo, este single en el que tras el mensaje apocalíptico hay una declaración de amor con un vocoder para dar entrada al estribillo. Un avance del truco de los Strokes en el siguiente siglo.