Burning y el gran bodegón del rock’n’roll


Portada de El fin de la década de Burning

1979 / A la leyenda de Burning le falló este jueves otra pata. Se fue Oriol Llopis, crítico musical que fue amigo, inspirador, cronista y a la vez compañero de correrías de la banda. No es fácil determinar hasta qué punto fueron decisivos sus consejos, pero la realidad es que en la contraportada de Atrapado en el amor, después de que se hubiese ido a América del Sur, le rogaban «Oriol, vuelve». Y aquí, donde solemos hablar del rock a través de sus portadas, no hay mejor opción para homenajearlo que recordar El fin de la década.

Sobre aquella mesa Burning esparcían las experiencias de unos años intensos de sexo, drogas y rock’n’roll. El grupo madrileño encarna el rock de barrio más auténtico y descarado. Los sonidos del rythm and blues americano pasados por el filtro de La Elipa. Y en la portada del disco (el segundo de la banda después de Madrid) aparecían todos los tópicos del rock, que en el caso de Burning adquieren una cierta sensación de veracidad. Una revista pornográfica, una botella de vino, jeringuillas y cucharas, una navaja, cartas de una baraja, dinero, cigarros… el repertorio de la banda del vicio. Y en lo musical, se puede identificar un disco de Led Zeppelin y otro de Slaughter & the Dogs. Los referentes.

Muchos pagarían por haber estado en esa sesión de fotos. Salvador Costa, fotógrafo histórico en los inicios del punk, tomó la imagen, y por allí debía andar también Oriol Llopis, persona muy cercana a la banda desde que Alberto García-Alix los presentase en Madrid. En el caso de El fin de la década, además, Llopis echó una mano diseñando las letras que aparecen en portada.

Johnny Cifuentes, relator oficial de la leyenda Burning tras la muerte de Pepe Risi y Toño Martín, hablaba de esta mítica portada en una entrevista a Jotdown. «En la foto pusimos objetos de todo tipo, era como un bodegón del rock and roll […]. Todas las cosas que habíamos visto y usado durante esa década, era casi 1980. Pero cuando recibimos la portada del disco, fue como envolver una navaja en papel de regalo. Le habían puesto como una guirnalda para rebajar el impacto…», explicaba.

La foto de Salvador Costa estaba enmarcada por unas franjas de colores, como si de un grupo de la Nueva Ola se tratara. Por obra y gracia de la compañía discográfica. En todo caso, lo más sorprendente es que una empresa como Belter (a través del sello Ocre, impulsado por Jordi Vendrell) editase una portada como aquella. Y es que por aquellas épocas las grandes figuras de Belter eran Manolo Escobar, El Fary y grupos infantiles como Parchís y Regaliz.

Musicalmente, El fin de la década es probablemente el disco más representativo del sonido Burning, con esa mezcla de rock potente y medios tiempos que influiría a tantos otros grupos. El disco incluía himnos generacionales como Mueve tus caderas y ¿Qué  hace una chica como tú en un sitio como éste?, pero también otros grandes temas como Seducción, Las chicas del Drugstore o Bajo los focos.

La canción

‘¿QUÉ HACE UNA CHICA COMO TÚ EN UN SITIO COMO ESTE?’ Ya es historia del rock que Fernando Colomo efectuó un encargo express para su película del mismo título y los de La Elipa se encerraron en una habitación de la que salió este himno con aroma de Lou Reed. Después, Carmen Maura, la protagonista del film, se hizo famosa en TVE y la pregunta le acompañó en sus inicios. Un efímero momento de merecido éxito para los Burning, influencia de todo el rock’n’roll que vino después.