
2021 / Decía Álvaro P-FF (Pérez-Fajardo), autor de las ilustraciones de Astronauta gigante (Warner), lo último de Coque Malla, que el diseño era «una especie de choque de trenes entre la avant garde soviética y el pop art estadounidense en un cartel de película setentera.» Tal y como está la actualidad internacional en los últimos meses, no suena tan raro que retrocedamos hasta la Guerra Fría y la guerra espacial. Son tiempos oscuros.
Si Coque Malla es uno de los músicos más reputados del rock español, Álvaro P-FF es también uno de los ilustradores más codiciados. Ha trabajado para artistas internacionales tan diversos como Lana del Rey, Korn o The Jayhwaks. Y aquí se le conoce, sobre todo, por sus colaboraciones con Enrique Bunbury, aunque también ha diseñado discos y carteles para Calamaro, M-Clan, Los Coronas, Sex Museum… Con Coque Malla ya había colaborado en un par de ocasiones, pero este ha sido «sin duda, el proyecto más importante», como él mismo reconoce. Junto a su hermano Juan forman The Fly Factory, un estudio de fotografía e ilustración.
El reto era mayúsculo porque Astronauta Gigante es, efectivamente, un proyecto gigante. Se trata de un recopilatorio que cubre la carrera de Coque Malla de manera exhaustiva. Encontramos clásicos suyos, colaboraciones con otros artistas (por ahí andan Amparo Valle, Leonor Watling, Pereza, Santi Balmes, Ivan Ferreiro, Calamaro, Morgan… entre muchos otros), rarezas, temas para películas… Unas obras completas para tener bien agrupadito lo mejor del músico que lideró Los Ronaldos. También para disfrutar de unas ilustraciones espectaculares.
La canción
‘PEDRO NAVAJA’. Entre las múltiples curiosidades que ofrece este cofre nos hemos fijado en esta versión que pertenece al tributo en forma de disco en directo Coque Malla canta a Blades del 2015. En el mítico Café Central y con una banda salsera reunida alrededor del contrabajista Pablo Navarro, Coque repasó el repertorio de Rubén Blades y destaca su canción franquicia, Pedro Navaja. El músico madrileño empieza a compás de swing y va creciendo en pulsión rítmica a cada cambio de tonalidad hasta acabar respondiendo en un loco dialogo al coro de las sorpresas que nos da la vida.