
1986 / Se dice de Decibelios que fueron el primer grupo oi! en España. Apostaron por mezclar el ska y el punk y resultó un sonido que en Inglaterra ya se escuchaba hacía años pero que en España todavía era poco habitual. Lo hicieron desde El Prat de Llobregat, una localidad del extraradio de Barcelona, y con una personalidad arrasadora que incluso llamó la atención de los circuitos mainstream. Su mayor éxito llegó, precisamente, con Vacaciones en el Prat (DRO). En portada se les podía ver ejerciendo de domingueros, con paella, radiocassette y colchón de playa. Esa época dulce también coincidió, no obstante, con uno de los momentos más duros para la banda.
La discográfica DRO tuvo que retirar las primeras copias del disco (y destruirlas ante notario) y pagar un millón de pesetas de multa por la canción Estos macarrones aún no están hechos, ya que se consideró que era un plagio de Angelitos negros, el famoso tema compuesto por Manuel Álvarez e inmortalizado por Antonio Machín. No había duda, en realidad. Y la compañía tuvo que hacer una segunda tirada eliminando el tema (pero manteniendo la misma portada, eso sí).
Pese al problema del plagio, Vacaciones en el Prat supuso un fuerte impulso para el grupo. Durante un tiempo aparecieron en diferentes programas de television e incluso fueron portada de la revista Rockdelux. De la radicalidad de sus primeros años, en que se habían forjaron una férrea reputación de grupo conflictivo, Decibelios pasaron a un sonido algo más fresco. A nivel musical, el ska y el reggae tomaron más protagonismo. También puede decirse que moderaron la imagen. Un ejemplo es esa irónica portada de Vacaciones en el Prat que, según los créditos del disco, fue obra de una tal Patty P. Hermann.
La banda catalana se disolvió finalmente a principios de los años 90. Y no volvió a la carga hasta 2014, cuando publicaron el directo A por ellos (Maldito Records).
La canción
‘SANGRE DORADA’. Esta canción de amor a la cerveza en formato ska se editó en single con una portada con diseño de etiqueta de birra que decía «Líquido Vital, Consumir preferentemente antes que la consuma otro». La base rítmica de los Alferez y unos vientos comandados por Boris Ultratruita nos obligan a bailar un pogo multitudinario y a acabarnos la siguiente cerveza fría de un solo trago.