Cuando el blues se convierte en religión


Portada de Devil can't do you no harm de Guadalupe Plata i Mike Edison

2022 / El otro día hablábamos de la conexión entre música y pintura a raíz de las colaboraciones de Miró con Raimon. Hoy nos vamos al sur para escuchar una de las últimas aventuras de Guadalupe Plata.

Tanto Mike Edison como los integrantes de Guadalupe Plata se declaran amantes del gospel y de la parte más introspectiva del blues. Y eso les unió para crear The devil can’t do you no harm. Si la primera canción del disco remite a Joshua fit the battle of Jericho, un famoso espiritual de los esclavos negros del siglo  XIX, la portada también nos traslada a un pasaje bíblico y, además, a un cuadro en la que el pintor italiano Dosso Dossi reprodujo la lucha eterna entre el bien (el Arcángel Miguel) y el mal (Satanás). Tilman Reitzle, colaborador habitual de Edison, se encarga del diseño de todo el libreto.

La pintura de Dosso Dossi, que data de 1534, se encuentra en la Galeria Nacional de Parma. Y la portada teje una peculiar conexión entre la ciudad italiana, Úbeda (Jaén) y Brooklyn, el barrio de Nueva York en el que vive Edison. Este batería, que ha compaginado las baquetas con el periodismo y la crítica musical (incluso ha escrito una biografía de Charlie Watts), ya formó parte de los míticos Pleasure Fuckers de Kike Turmix y no conocía absolutamente de nada a Guadalupe Plata hasta que les propusieron grabar este disco conjunto. Pero parece ser que al llegar al estudio la sintonía fue total. En el disco encontramos resonancias del blues más genuino, pasadas por el filtro de la banda andaluza (y con la voz de Edison).

Mientras las guitarras grasientas se abren paso, el bien continua luchando contra el mal. Hasta el final de los días.

La canción

‘MAKE YOU FEEL MY LOVE’. Para este etílico encuentro entre almas afines Mike Edison trajo desde New York varias composiciones propias que el grupo andaluz hizo suyas, pero nos quedamos con esta versión de Dylan que según confiesa en el texto promocional del videoclip, Mike utilizó para pedir en matrimonio a su esposa. Es una deliciosa balada de aroma 50’s que, también según cosecha del exmiembro de Raunch Hands, el público de los conciertos de Dylan aprovecha para ir al baño cuando la toca.