Los caminos del punk son inescrutables


Portada de Nuevo punk, de La Élite

Si una de las bases del punk es el do it yourself y tira palante, qué necesidad hay de ponerle horas a la guitarra y la batería si las máquinas lo ponen tan fácil. La lógica es aplastante. La Élite, pese al nombe, no son precisamente chicos pulcros y aplicados; explican que probando con los sintetizadores en el garaje de casa les salió algo parecido a una primera canción sin tener mucha idea de lo que querían hacer. Un poco como Evaristo y sus colegas gritando en los campos de Salvatierra porque, eso sí, en el punk y en la vida está todo inventado.

La Élite son David Brugués y Nil Roig, amigos desde una infancia vivida en el far west catalán. En 2016 sacaron su primer single y a finales del año pasado el sello Montgrí, fundado por Cala Vento, les editó Nuevo punk. Un disco que cuenta con las colaboraciones de gente como The Parrots o Kiliki, de Chill Mafia. «Escuchando a la Zowi me miran mal, escuchando a Eskorbuto me miran mal; escuchando al Fary me miran mal…», dice uno de sus temas. Y por ahí va la cosa. Rebeldía, provocación y, ante todo, cabeza alta.

Para la portada, que es nuestro negociado, La Élite volvieron en confiar en el barcelonés La Folie (nombre artístico de Max Villa). Sus estampados los han vestido artistas como Bad Gyal o Yung Beef y para Nuevo punk escogió este curioso dibujo en el que un conejo parece reírse de nuestras expectativas. No hace falta más para abrir este disco que tiene un título tan transparente y que vale la pena escuchar con mente abierta.

Y para escuchar:

‘TRAINSPOTTING’. Esta entrega de La Elite mezcla en una vitriólica coctelera a Devo y Suicide pero con un ingrediente autóctono que es la influencia de grupos como Cicatriz o Eskorbuto tanto en las voces como en la actitud. Esta combinación imbatible la vemos en Transpotting, aunque en este tema en el que colaboran The Parrots tienen más presencia las guitarras que los sintes. La temática nihilista de un sujeto atado a su lisérgico hogar se recita al son de una caja de ritmo ochentera que hará bailar hasta a los más aplicados de la clase.