Carlos Berlanga y los paisajes sonoros de Tom Jobim


Potadas de Indicios de Carlos Berlanga y de Wave de Tom Jobim

1994 / En 1994 Carlos Berlanga ya tenía tras de sí una larga carrera y una buena lista de elogios y reconocimientos acumulados gracias a su participación en Kaka de Luxe, Alaska y los Pegamoides y Dinarama. Pero al mismo tiempo, afrontaba un momento trascendental, el de una aventura musical en solitario. En 1990, poco después de separarse de manera traumática de Alaska y Nacho Canut (amigo de la infancia y compañero creativo), se había estrenado con El ángel exterminador, y cuatro años más tarde el sello Compadres editó Indicios.

La portada de aquel segundo disco la quiso dedicar a uno de sus músicos de cabecera: Tom Jobim. Un maestro y revolucionario de la bossanova. Concretamente, Berlanga se inspiró en el paiseje africano de Wave, uno de los mejores discos del compositor brasileño, que murió precisamente en 1994. Las siluetas de dos jirafas sobre un fondo anaranjado (el disco de Jobim se editó en dos colores, rojo y verde) no dejaban lugar a dudas.

Indicios contenía grandes canciones pop. La que daba nombre al disco, Indicios de arrepentimiento, es un buen ejemplo. Destacaba por unas letras especialmente cuidadas (en este caso escritas junto a su amiga Paloma Olivié) y contenía un segundo homenaje a Jobim. Berlanga firmaba una bonita versión de Aguas de março cantada a dúo con Ana Belén. Además, incluía una versión de La funcionaria junto a Vainica Doble. Unas referencias que quedaban lejos ya de los últimos Alaska y Dinarama, más centrados en los sonidos electrónicos que darían paso a Fangoria.

A parte de tener un instinto musical excepcional, Carlos Berlanga, hijo del director de cine Luis García Berlanga, también destacó en el ámbito del diseño y la pintura. Suyas fueron algunas portadas de Alaska y Dinarama, entre las que destaca la del disco Fan fatal, de la cual hablamos ya en un post anterior. Allí comentábamos que algunos años después de la muerte de Carlos se organizó una exposición bajo el título Viaje alrededor de Carlos Berlanga, en la que se repasaba la obra visual del músico.

En cuanto a Indicios, en cierta manera una pequeña joya casi olvidada, el sello Austrohúngaro tuvo el acierto de reeditarlo en 2003.

La canción

‘TAZAS DE TE’. Carlos Berlanga huyó incómodo de la creciente influencia siniestra en Pegamoides y Dinarama para facturar un pop impoluto en sus discos en solitario. Pero a pesar de ese recelo, la sombra de Siouxie en temas como por ejemplo Perlas ensangrentadas da sus mejores frutos en su labor como compositor. Tazas de te, con su letra llena de metáforas, es otra evidencia de esa contradicción.