La aparición de La Excavadora en escena con su disco de debut, a finales del 2020, fue regeneradora. A pesar de nacer en un entorno hostil y pandémico, sirvió para derribar cimientos y retirar escombros del acomodado rock estatal. Y a los mandos de la máquina que editaba aquel trallazo punk rock estaba un contingente curtido en mil batallas en el rock de Euskadi.
Se edita ahora el segundo trabajo del grupo, Todo es para destruir (Mauka Musikagintza), y aunque el listón estaba alto, a base de estribillos potentes y letras que bajan a la calle para narrar tensión y violencia consiguen superar la reválida con potenciales hits como Amor suicida, en el que cuentan con la colaboración de El Drogas. Para el diseño, fueron a buscar a otro superclásico de la escena rockera vasca: Niko Vázquez. Exmiembro de MCD, en los 80 y 90 ya intervino en la parte gráfica de grupos como Eskorbuto, La Polla, Parabellum, Cancer Moon… y actualmente continúa ligado al mundo del diseño. El dibujo de portada, no obstante, es de Sinsentido, un pintor y tatuador que seguro que os parece un gran descubrimiento.
La Excavadora sigue derribando muros y si quieres vivir ese poder destructor ya está en marcha la gira de presentación por las principales plazas.
Y para escuchar:
‘MI NOVIA Y YO ODIAMOS A LA HUMANIDAD’. Sobre un inicio guitarrero sin cuartel, Pela canta un himno de amor nihilista en el que cabe el odio, la destrucción y las cicatrices. Banda sonora para bodas de perfil Bonnie and Clyde.