
1988 / En 1980 se produjo la denominada Gira histórica, una serie de conciertos en los que se animaba a los andaluces a votar en el referéndum que debía aprobar el Estatuto de Autonomía. Diversos músicos de la época entre los que estaban Camarón, María Jiménez o Carlos Cano recorrieron las principales ciudades andaluzas en una gira sin precedentes. Y allí también estaba Silvio, el rockero de Sevilla.
Fue en uno de aquellos conciertos, celebrado en la plaza San Antonio de Cádiz en pleno Carnaval, donde Pablo Juliá tomó la foto de Silvio que años más tarde utilizaría como portada de uno de sus mejores discos: Fantasía Occidental. El músico aparecía de espaldas a la cámara, enfrentándose a una multitud, como si se tratara de una especie de santo ante sus fieles. En blanco y negro, despeinado, con su inseparable americana y ese aire entre místico y canalla que siempre destiló. Una curiosa personalidad que lo hizo único.
En aquel referéndum ganó el sí por aplastante mayoría. El autor de la fotografía, Pablo Juliá pasó a la historia como uno de les grandes fotógrafos de la Transición, a parte de hacer otras portadas a artistas como Kiko Veneno o Martirio. Y en cuanto a Silvio, que en los años 70 ya había formado parte del grupo del grupo de flamenco-fusión Smash, sacó un total de tres discos en solitario y murió en 2001 a los 56 años de edad después de un largo tiempo arrastrando problemas de salud. Su leyenda y su áurea de rockero maldito, sin embargo, no han dejado de crecer.
Para recordar la figura de Silvio, nada mejor que revisar el documental A la diestra del cielo, repleto de anécdotas casi surrealistas. Nos quedamos con la explicación que Alberto García-Alix hace de la interpetación de Silvio en el corto No hables más de mí. Un espíritu puramente libre.
La canción
‘BETIS’. El biznieto maldito de Séneca saca punta hasta de las derrotas. Dice la leyenda que en una timba de cartas entre músicos béticos y sevillistas se jugaron componer una canción al rival. Y eso explica que un forofo palangana como Silvio cante al Betis adaptando el éxito de su ídolo Elvis Presley Marie’s the name his latest flame. La trampa del pícaro sevillista es que cuela al campo del equipo de sus amores en el estribillo.